Zucchini al aglio e olio

· Dificultad: baja
· Tiempo de preparación: 20′
· Tiempo total: 25′

Una de esas recetas recurrentes en mi vida anterior (vida pre-low-carb, se entiende), era una sencillísima y brutal delicia mediterránea, que incluía ajo, aceite de oliva virgen extra y perejil, como ingredientes fundamentales. De hecho, es lo que significa eso de aglio (ajo) e olio (aceite).

¿Cuál es el problema? Pues eso, que se prepara junto con unos espagueti, tallarines, fettuccini, linguini… ese ingrediente, chámese pasta, que he eliminado de mi alimentación habitual.

Hace unos días, además, empecé a ver el estupendo The chef show en Netflix, con el polifacético Jon Favreau y el anárquico chef Roy Choi, donde uno de los platos que cocinan es precisamente este y, claro, empecé a salivar.

Así, que, ni corto ni perezoso, pensé en espiralizar un calabacín (zucchini es el nombre que le dan a esta cucurbitaceae los anglosajones) para convertir esta receta en una keto-receta.

La verdad, aunque lo hemos intentado ya varias veces, aún no hemos encontrado la textura perfecta que nos haga olvidar a una pasta normal y corriente. Y más aún, teniendo en cuenta que antes hacíamos en casa la pasta al huevo, que estaba deliciosa.

El resultado, por tanto, no es tan redondo como el de la pasta tradicional, pero no deja de estar muy rico, porque claro… tiene aceite, tiene ajo y tiene tomate seco… ¡y de ahí no puede salir nada malo!

– Para 4 personas –

Ingredientes principales

  • 2 calabacines grandes
  • 4 dientes de ajo
  • 100 ml de aceite de oliva virgen extra
  • 50 g de perejil fresco
  • 1 cayena seca
  • 25 g de tomate seco
  • Pimienta negra recién molida
  • 25 g de parmegiano reggiano
  • Sal marina
  • 1 limón

Elaboración

  1. Cortamos el calabacín con ayuda de un cortador de verduras en espiral, para obtener nuestros tallarines vegetales. Cortamos el ajo en rodajas muy finas, el tomate seco y el perejil en juliana muy fina y, con el mortero, machacamos bien la cayena. Rallamos el parmegiano.
  2. Llenamos un cazo de agua, lo ponemos a fuego medio-alto (7 sobre 10) y, cuando rompa a hervir, añadimos un buen puñado de sal.
  3. Añadimos los tallarines de calabacín y mantenemos 2 minutos.
  4. Los escurrimos y, rápidamente, los volcamos en agua fría con hielo, para cortar la cocción. A los 2 minutos los escurrimos de nuevo.
  5. Ponemos una sartén con el aceite a fuego medio (6 sobre 10) y le añadimos el ajo y el tomate seco.
  6. Cuando se haya dorado el ajo, añadimos la cayena, salpimentamos, añadimos los tallarines de calabacín y mezclamos bien.
  7. Retiramos la sartén del fuego, añadimos el perejil, el parmegiano y removemos para mezclarlo todo.

Emplatado

Exprimimos el limón, mezclamos y servimos enrollando los tallarines con un tenedor (a lo Jon Favreau) antes de que se enfríe.

Trucos y consejos

Si pese a todo, dentro de tu alimentación puede entrar la pasta, no lo dudes, haz unos buenos espagueti/tallarines caseros. Las medidas son 1 huevo mediano y 100 gramos de harina de trigo, por persona. Es sencillísimo de hacer (hay multitud de web que explican el proceso) y el sabor es espectacular.

Añade bastante sal al agua de cocción de los tallarines de calabacín, porque es una verdura especialmente sosa.

Puedes probar a incluir unos ramilletes de brócoli o de bimi, escaldados junto con el calabacín y añadirlos a la sartén una vez que el ajo esté dorado. Después de un par de minutos, añade los tallarines de calabacín. El sabor combina espectacularmente.

 

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