· Dificultad: baja
· Tiempo de preparación: 10′
· Tiempo total: 1h
Últimamente estoy bastante más liado que de costumbre, por lo que apenas tengo tiempo para cocinar todo lo que me gustaría y para subir nuevas recetas al blog. Aviso porque puede extrañar que suba una receta tan sencilla como esta, pero bueno, entre mi falta de tiempo y que a Fati y a Alba les encantaron, las incluyo como receta propia en lugar de como acompañante de una receta más compleja.
Puedes utilizarlas para acompañar a cualquier carne, aunque le va especialmente algo festivo como unas fajitas, unas costillas o una hamburguesa y es casi obligatorio acompañarlas de una buena salsa mayonesa casera. Dentro de poco publicaré una entrada sólo con variantes de esta salsa, porque partiendo de los consejos de Jordi Cruz, que lo convierten en algo tan, pero tan sencillo, te olvidarás de comprar mayonesas y disfrutarás de salsas de verdad, con un sabor, una textura y un todo, que te harán la boca agua.
Lo dicho, puedes convertir a estas patatas en un acompañante básico e ir cambiando los ingredientes para añadirle más picante o menos, más profundidad de sabor… ¡atrévete a encontrar tu aliño perfecto!
Estas patatas deben quedar cremosas por dentro y con la piel y la parte más exterior un poco crujientes. Ese es el punto que buscamos en el horneado.
– Para 4 personas –
Ingredientes
- 6 patatas medianas
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- ½ cucharadita de pimentón picante
- 1 cucharadita de comino en polvo
- ½ cucharadita de pimienta negra recién molida
- 1 cucharadita de orégano seco
- 1 cucharadita de especias cajún (Cajun Injector – Hickory grill seasoning)
- 1 cucharada de salsa de soja
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharadita de sal
Elaboración
- Lavamos las patatas y ponemos a hervir, con piel, partiendo de agua fría, a fuego medio (6 sobre 10), tapando la cazuela, hasta que las patatas estén medio cocidas, alrededor de 15/20 minutos, dependiendo del tamaño de éstas. No nos interesa que estén demasiado blandas, pero sí que se pueda introducir con cierta facilidad un cuchillo.
- Dejamos escurriendo mientras se enfrían y cortamos en gajos tamaño bocado. Deberían salir, al menos, unos 12 gajos por patata.
- En un bol añadimos todas las especias, la sal, la salsa de soja y el aceite, mezclamos hasta obtener una salsa homogénea y maceramos los patatas en dicha salsa durante unos 15 minutos.
- Colocamos las patatas en una bandeja de horno, con la piel por debajo, e introducimos en el horno previamente precalentado a 180ºC (350ºF) con calor arriba y abajo. Mantenemos alrededor de 15 minutos, hasta que la parte de arriba de las patatas empiece a estar churruscadita.
- Una vez pasado ese tiempo, las sacamos del horno y las dejamos reposar, que es cuando quedarán crujientes.
Emplatado
Sírvelo junto a una ajonesa y ¡a mojar!
Trucos y consejos
Cuando cortemos los gajos, hay que hacerlo con cuidado para no llevarnos la piel, porque ésta le aporta un sabor y una textura que a mí me encantan.
Lo ideal es prepararlas el mismo día que las vayamos a consumir, porque así mantenemos ese crujiente del exterior y esa cremosidad interior que las hacen tan ricas. Si sobran, estarán también ricas, pero al volver a calentarlas, el interior quedará un poco seco.
1 comentario en “Patatas gajo”