- Dificultad: baja
- Tiempo de preparación: 30′
- Tiempo total: 3:30 h
Con esto del confinamiento hemos visto muy restringidas las compras por eso de que teníamos que intentar ir al super más próximo. En mi caso, he dejado de ir a grandes superficies, que son las que me proveen de ingredientes que no suele encontrar en los super del barrio: aceite de sésamo, vinagre de arroz, pasta de curry… y lenteja roja.
Gracias a esto, me fijé en un producto que, o es novedad en el catálogo de Mercadona, o que pasé de largo antes de esto: una bolsa de medio kilo de una lenteja de color amarillo con el texto «cocción rápida». Una rápida búsqueda en google me resolvió mi duda: se trata de lenteja castellana pelada, sin más. Pero me dió una idea para un plato al que ya le tenía ganas y que no preparaba desde que acabé con la última bolsa de lenteja roja.
Aunque este plato ya lo he preparado multitud de veces en la crockpot, de vez en cuando añado alguna variación sobre la versión original del fabuloso blog de Marta Miranda. En este caso, uno de los grandes toques de sabor y cremosidad, lo aportan dos simples cucharadas de crema de cacahuete. Pero no una cualquiera, sino este productazo 100% cacahuete, sí, nada más que cacahuete batido y que se trata del paradigma de lo keto: alto en grasas y proteinas y bajo en carbohidratos.
Por último, el toque fresco y crujiente lo aportan el chile rojo y el pimiento amarillo, que dejaremos en agua con hielo hasta el momento del emplatado, y mi querido cilantro, del que soy muy fan.
Por cierto, me he atrevido a etiquetar esta receta como Mercadona porque la mayoría de los ingredientes son de este súper, pero ¡¡no entiendo por qué no tienen ingredientes como el cardamomo o el chile rojo!!
– Para 8 personas (crockpot de 3,5l) –
Ingredientes dahl
- 500 g de lenteja amarilla
- 1 bote de 800 g de tomate entero pelado
- 2 cebollas rojas
- 1 cucharada de curry
- 1 cucharadita de comino molido
- 8 vainas de cardamomo
- 6 clavos
- Sal
- 1 l de agua
- 2 botes de 400 ml de leche de coco
- 1 lima
- 1 limón
- 2 cucharas soperas de crema de cacahuete
- Unas gotas de salsa Tabasco
- 1 chile rojo fresco
- 1/4 de pimiento amarillo
- 2 ramilletes de cilantro
Elaboración
- Cortamos en mirepoix la cebolla y reservamos.
- Sin haber puesto previamente en remojo, introducimos las lentejas en la olla de cocción lenta.
- Añadimos los tomates, reservando el líquido del bote y los rompemos con la mano dentro de la olla mientras los mezclamos con las lentejas.
- Añadimos la cebolla picada, las especias en polvo (curry y comino) y en un infusor de té, las especias en grano (cardamomo y clavo).
- Incorporamos el agua, el líquido del bote de tomate, un poco de sal y removemos para que quede bien mezclado.
- Programamos 3 horas en ALTA y cocinamos con la olla tapada. A las dos horas de cocción removemos bien para distribuir el contenido del guiso.
- Cuando finalice la cocción, desechamos las especias en grano, rescatando las semillas de dos vainas de cardamomo y las añadimos al guiso.
- Pasamos a un bol y añadimos la leche de coco, el zumo de la lima y del limón, la crema de cacahuete y mezclamos bien.
- Trituramos en Thermomix a velocidad 10 durante 10 minutos (dará para dos tandas).
- Rectificamos de sal y picante, con unas gotas de tabasco.
- Cortamos el chile rojo en rodajas muy finas y el pimiento amarillo en láminas finas. Reservamos en agua con hielo.
Emplatado
Servimos la crema bien caliente y le añadimos el pimiento amarillo, el chile rojo y unas hojitas de cilantro.
Salpimentamos y ¡a comer!
Trucos y consejos
Estas lentejas no dejan de ser la lenteja castellana de toda la vida, pero sin piel y tienen dos ventajas:
- No tienen que ponerse previamente en remojo, con lo que no necesitamos ninguna preparación u organización previa, como ocurre con otras legumbres.
- Al estar desprovistas de piel, favorecen su digestión, que hay gente a la que las legumbres le resultan muy pesadas.
Si durante la cocción te parece que el dahl está muy seco, rectifica con un poco de agua caliente. Me da la impresión de que estas lentejas absorben más líquido que las rojas, de ahí que al batir he tenido que doblar la cantidad de leche de coco y de cítrico.
A esta crema le sienta muy bien el picante, por eso hemos añadido el tabasco y el chile rojo. Y el toque de la crema de cacahuete no te cuento, es brutal.
