· Dificultad: baja
· Tiempo de preparación: 5′
· Tiempo total: 20′
Ponte en esta situación: tienes gusa de un entrante sabroso y con fundamento que no consista en sacar algo de un tapper o abrir una lata y se te ha hecho tarde. Necesitas un plato que se prepare a todo filispín y que complemente con sea lo que sea que hayas preparado para comer / cenar.
Pues para eso tienes esta cazuelita. Se prepara en un pispás, el provolone es una de esas delicias que no deja indiferente a nadie y tiene un toque picante y un toque fresco para complementar al graso del queso.
Nosotros la preparamos de vez en cuando y esta la probó Alba y fue otra de esas ocasiones en las que abrió mucho los ojos mientras afirmaba con la cabeza a la vez que emitía un pequeño suspiro de placer.
Éxito asegurado con esfuerzo tendiendo a cero.
– Para 4 personas –
Ingredientes principales
- 1 buena rebanada de queso provolone
- 4 tomates cherry
- 1/2 cebolla roja
- 1 cucharada de jalapeños
- 1 lima
- Pimienta negra recién molida
- Sal en escamas
Elaboración
- Cortamos los tomates cherry y la cebolla roja en rodajas muy finas.
-
Colocamos el queso provolone en una pequeña fuente de horno. Salpimentamos
-
Añadimos el tomate, la cebolla roja y los jalapeños.
- Introducimos en el horno, previamente precalentado a 160 °C (320 °F), durante unos 15 minutos, hasta que veamos que el queso burbujea.
Emplatado
Sacamos la fuente del horno, rallamos la piel de la lima y ¡a la mesa sin perder un minuto!
Trucos y consejos
Si el queso va destinado a comensales que no aguantan bien el picante, añade una única rodaja de jalapeño bien triturada. Le añadirá un toque picante interesante, pero tolerable.
Es mucho mejor servir este entrante nada más salir del horno, para que el queso mantenga la elasticidad tan característica y sea más sencillo de comer.
Acompáñalo de pequeños panes o tostadas o, si estás en plan keto estricto, cómelo sin acompañamiento, ¡está igualmente delicioso!
