Nuggets de pollo crujientes, pero de los de verdad

· Dificultad: baja
· Tiempo de preparación: 10′
· Tiempo total: 20′

El segundo con el que acompañé el viernes pasado la cena de Alba no fue, a priori, tan sano como el primero, los guisantes con jamón, por eso de que es una fritura.

La cuestión es que es uno de sus platos favoritos y ya me encargo yo de que no se impregnen de aceite, de que sea pollo de verdad y de que queden muy crujientes con la mezcla de panes rallados que preparo.

Además es una receta perfecta para hacer con niños, de hecho, yo sólo corto el pollo y lo echo a la sartén. Del resto de pasos se encarga Alba.

Muchas recetas de nuggets que encontrarás por la red hacen una masa con pollo picado, pan y un aglutinante, como nata o queso. Sin tener nada en contra de estas recetas, considero que el pollo de corral tiene un sabor lo suficientemente potente como para no tener que realzarlo.

Las claves de este plato son el rebozado extra-crujiente, el acabado dorado y el profundo sabor del pollo de corral… no podrás parar de comer.

– Para 4 personas –

Ingredientes

  • 4 pechugas enteras (sin filetear) de pollo de corral (alrededor de 800 g)
  • 1 huevo de corral
  • 200 g de pan rallado crujiente (yo preparo una mezcla de 1 bolsa de éste y 2 bolsas de éste otro, que me da para unas 3 o 4 veces)
  • Aceite de oliva virgen
  • Sal
  • Pimienta

Elaboración

  1. Partimos en dos cada pechuga realizando un corte longitudinal en cada una de ellas. Con esto conseguiremos ocho «tiras» de pechuga.
  2. Cortamos cada «tira» en  unos cinco/seis dados, con lo que tendremos cuarentaytantos pre-nuggets de tamaño bocado.
  3. Salpimentamos convenientemente y reservamos.
  4. Batimos el huevo en un bol y echamos la mezcla de pan rallado crujiente en otro bol.
  5. Bañamos los trozos de pollo en el huevo durante unos minutos y después los cubrimos por completo con el pan rallado crujiente.
  6. Las freímos en abundante aceite de oliva a fuego medio-alto (7,5 sobre 10).
  7. Cuando se hayan dorado por ambos lados, retiramos y dejamos reposar en papel absorbente.

Emplatado

Estos nuggets, tan crujientes, los puedes servir con cualquier salsa a tu elección, desde la barbacoa (que no debe faltar nunca) hasta cualquier picante, ketchup, mostaza, mayonesa…

Trucos y consejos

La diferencia entre el éxito y el fracaso en el resultado de este sencillo plato, depende de tres factores:

  1. Importantísimo utilizar pollo de corral. La diferencia de sabor es brutal, más que nada porque el pollo normal no tiene apenas sabor.
  2. La segunda clave es no utilizar el pan rallado de toda la vida, sino el que ya se puede encontrar en cualquier lineal para acabados crujientes, que tiene un tamaño mucho mayor y absorbe menos aceite. Como decía en el apartado de los ingredientes, yo preparo una mezcla con el preparado para rebozados de DANI y con el rebozador estilo New York de FRUMEN.
  3. Y la última clave es la temperatura del aceite. Para conseguir ese dorado perfecto, la temperatura debe ser media-alta, de 7 sobre 10. El típico error es poner la temperatura demasiado alta, con lo que sólo conseguimos quemar el rebozado o ponerla muy baja, con lo que no quedará crujiente y nadará en aceite.

Si los nuggets van dirigidos a adultos, prueba a añadir alguna especia al pan rallado: pimentón picante, garam masala, curry, ras el hanout…

 

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